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Un aberrante caso se conoció este fin de semana en Dinamarca, donde la justicia local condenó a cuatro años de prisión a una mujer, la cual era enfermera y fue culpada de abusar de su hijo de siete años, a quien le sacaba sangre desde que nació.
El hecho estremeció a todos, pues según las autoridades que arrestaron a la madre en 2017, trabajaba como enfermera y extrajo medio litro de sangre al menor sin necesidad durante cinco años.
Los médicos venían tratando al niño por una enfermedad intestinal, y siempre se extrañaban que su nivel de plaquetas era tan bajo, por lo que tuvo un total de 110 transfusiones, demasiadas para alguien de su edad.
El informe psicológico que le hicieron a la mujer encontró que sufre el síndrome de Münchaausen, un desorden que provoca que uno de los padres enferme intencionalmente a su hijo, con el fin de tener su atención.
“No es una decisión que tomé conscientemente. No sé cuándo comencé a hacer lo que no tenía derecho a hacer. Se dio gradualmente. Tiraba la sangre al inodoro y las jeringas a la basura”, relató la condenada al medio The Local.